jueves, 1 de enero de 2009

Nueva Evidencia A Favor de Una Hipótesis de Darwin Sobre la Autopolinización

Unos estudios realizados sobre flores de jengibre del Himalaya han aportado nuevas evidencias empíricas a la hipótesis de la autopolinización propuesta por Darwin. Los estudios han sido efectuados por investigadores del Jardín Botánico Tropical Xishuangbanna, de la Academia China de Ciencias.

La polinización es el acto de transferir granos de polen desde la antera (el órgano floral masculino) hacia el estigma (órgano femenino de la flor), y se trata de un paso fundamental en la reproducción sexual de las angiospermas (plantas con flores). Cuando este acto se da entre las anteras y los estigmas de la misma flor, o entre diferentes flores de la misma planta, se le llama autopolinización. Cuando se da entre flores de diferentes plantas se llama polinización cruzada. Si la polinización tiene éxito, el resultado será un óvulo fertilizado que puede crecer transformándose en una semilla. La reproducción exitosa es una fuerza decisiva de selección que influye sobre los rasgos florales.

La descendencia resultante de la autopolinización generalmente exhibe una viabilidad y fertilidad reducidas en comparación con las provenientes de la fertilización cruzada. Por ello, cabría esperarse que hubieran evolucionado muchas adaptaciones en las flores para reducir el deterioro por la endogamia y otros efectos nocivos derivados de la autopolinización. Sin embargo, cerca de una quinta parte de las plantas con flores del planeta aún escogen ser polinizadas con su mismo polen.

Para explicar este fenómeno, Darwin propuso una hipótesis de "seguro reproductivo" en la década de 1870, la cual plantea que las plantas se autopolinizan en aras de la producción de semillas cuando escasean los polinizadores o las oportunidades de entrecruzarse. Esta hipótesis después fue ampliamente aceptada para explicar la evolución de la autopolinización en las plantas, pero desde entonces ha recibido muy poco apoyo empírico.

Li Qingjun y Zhang Zhiqiang han estado activamente involucrados en los estudios de la Roscoea, un género vegetal de altas latitudes de la familia del jengibre, una familia que se caracteriza por ser predominantemente tropical.

Zhang y Li se centraron recientemente en la Roscoea schneideriana, una pequeña planta perenne himalaya, presente por regla general a unos 3.000 metros sobre el nivel del mar.

Los resultados de su estudio sugieren que bajo condiciones precarias de polinización, la polinización autónoma ha sido la elegida por el jengibre alpino porque puede garantizar un seguro reproductivo sustancial con muy bajo costo. Ésta es una evidencia convincente de la hipótesis de Darwin, y se ha basado en una investigación a largo plazo a través de varias estaciones de florecimiento en una población natural.

El violeta y el amarillo, los colores de las flores de jengibre alpino, resultan lo bastante brillantes como para atraer a las abejas y hacer que actúen como polinizadoras. La falta de polinizadores en el área puede deberse a factores climáticos. La estación de florecimiento de la R. schneideriana cae precisamente en la mayor estación de lluvias de la región.

Fuente:

www.amazings.com

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